Para esta entrada empezaremos hablando de la última
película, nos referimos a “El Joker” de 2019, del director Todd Philips, y
terminaremos con la primera conocida de 1928.
Nada más se puede decir de esta película que ya se haya
dicho. Nuestro resumen es contundente: un recorrido escénico brutal, con un Joaquin
Phoenix que se sale de la pantalla bajo la dirección de un Todd Philips y
alguna manita de Martin Scorsese. no podemos pedir nada más a esta obra.
Hacía mucho que no veíamos una película tan cuidada, tan atrayente,
tan bien sincronizada entre la virtualidad de uno de los mejores actores del
momento y una estética global para la película merecedora de todos los
reconocimientos que se le han dado.
En algunos momentos lenta, pero esperada, por su
perturbadora atmósfera: debía ser así. Ni más rápido, ni más contundente, ni
más sangrienta. Brutal de principio a fin.
No es una película que muestre la realidad, pero si presenta
una realidad cinética que bien podría haber existido, lo que nos provoca
escalofríos y nos nervia el cerebro a conocer más, a ver como su protagonista,
un payaso poco gracioso y cargado de una historia muy problemática, nos pasea
por los recovecos de un cerebro enfermo, donde una sociedad de “compro y olvido”,
se ha jactado de descuidar a un potencial asesino.
Y así termina (contiene spoilers, aunque esperados y que
todos adivinareis), con un sedicioso Joker, que durante años y años ha llenado
las pantallas de cine en sus distintas versiones, y que, por fin, hemos visto y
entendido sus inicios.
Todos los aficionados, creíamos imposible superar el Joker
encarnado por Heath Ledger, un actor cuya interpretación del Joker en 2008, nos
llevó al lado más oscuro del mismo en una película que se le quedó corta, ya
que su actuación estaba muy por encima de la misma. En aquella ocasión, el actor,
pasó a la historia, no solo por el Oscar recibido tras su fallecimiento, sino
por su propia defunción a los 28 años de edad tras el film, envuelto en un
montón de misteriosas pruebas nada concluyentes y que nos mantuvieron en vilo
varios meses más.
Pero no podremos tampoco olvidar a un Jack Nicholson que
todos recordaremos como el mejor joker de los antiguos, en una película de
Batman histórica de 1989 y que todos hemos visto. Aquel Joker, se desvincula
mucho de los últimos más nuevos, ya que nos presenta un villano malo, por ser
malo, se desconoce totalmente el por qué, solo sabemos que es malo y
caprichoso, y Nicholson lo hace muy bien.
Pero es de entender, era un momento en el cine, donde los
super héroes y los villanos, estaban claramente marcados. Películas como Batman
o Superman, eran vistas como las luchas entre el bien y el mal, sin matices.
Hoy en día, los villanos resultan ser superhéroes, y hay superhéroes que nacen
de cuasi-villanos. Pero es lo que tenemos en la sociedad de hoy, solo nos
separa una fina línea y la última decisión es la que te convierte en uno u
otro.
¿Será Phoenix el último Joker que veamos en pantalla? Nosotros
creemos que no…
VIAJE EN EL TIEMPO AL PRIMER JOCKER CONOCIDO.
Pero poca gente tiene conocimiento de dónde vino este
personaje que tantas versiones han existido ya de él.
El Joker es un personaje que nació en el cine hace casi 100
años, totalmente desvinculado de Batman, ya que sería en 1928 cuando surge en
el cine mudo.
Sería Conrad Vaidt el que dio vida a ese primer Joker del cine
mudo, en la cinta llamada “el hombre que ríe”, dirigida por Paul Leni y que
transporta al cine expresionista alemán una novela de Victor Hugo.
En este film, volvemos a disfrutar de la estética del
expresionismo alemán, llevado de la arquitectura a la escenografía de teatro y
cine. Podemos ver otro film totalmente sublime y que nos presenta a un primer Joker
torturado psicológicamente y físicamente, para darnos un final feliz, algo que
no estamos acostumbrados en las películas y comics más actuales del Joker.
Hablando un poco más de Paul Leni y de la arquitectura en el
cine, el director trabajó como escenógrafo de teatro después de estudiar en la
academia de Artes de Prusia y trabajó con directores como Max Reinhardt. En
aquel momento, los directores alemanes de la época, tenían una educación y una
comprensión de la realidad arraigada al expresionismo, donde la industria
cinematográfica consumía grandes cantidades de esfuerzo en trabajar las
escenas, dando un toque surrealista a las mismas a la par que enmarcando cada
escena en lo que se pretendía “decir” y no se podía, ya que eran carteles los
que nos complementaban la escena (hablamos de cine mudo).
Me hago idea de la complejidad de llenar esas escenas, con
todo lo necesario para no desviar la atención del espectador, y lograr a través
de las interpretaciones, un marco completo para la historia.
Para todo esto, el director Leni, se apoya en Conrad Veidt
como actor para dar vida a esta obra llevada al cine mudo desde la novela
original “el hombre que ríe” de Victor Hugo, el que podríamos decir que es, el
primer Joker de la historia.
A día de hoy, vemos esas interpretaciones desmedidas y
exageradas, pero en su momento, eran necesarias para poder entender la cinta y
a mi parecer, Veidt hace una gran interpretación enmarcado en su contexto
histórico.
Esta primera cinta, es la que más tarde daría vida a todos y
cada uno de los Joker de comic y películas del resto de siglo pasado y actual.
El coctel, hasta llegar al último Joker, ha sido arduo,
empezando por copiar al primero y llevándolo a través de la historia de estos
100 últimos años, maleándolo y reconvirtiéndolo, en un viaje a través de los
terrores y maldades de las distintas etapas que nuestra sociedad ha vivido.
Y con esta retrospectiva llegamos al final de este
comentario que esperamos os haya gustado e ilustrado un poquito más en los albores
de este gran personaje.
¡Saludos cinéfilos!
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