BSO AMELIE - (Le Fabuleux Destin D’Amelie Poulin)




Banda Sonora Original de Yann Tiersen, 2001.

Yann Tiersen es un intérprete y compositor bretón que en muy contadas ocasiones ha trabajado para el cine, poseedor de un estilo muy propio y peculiar que Jean Pierre Jeunet supo captar en toda su plenitud. Que Tiersen accediera a colaborar con Jeunet para esta deliciosa película era, sin lugar a dudas, la clave definitiva para terminar de completar la obra maestra que supone todo el conjunto.


La historia de "Amelie", vista muy por encima, no deja de ser bastante simplona: una chica que vive en París decide un buen día, por azares del destino, ayudar a todo el que pueda y, además, enamorarse… Sin embargo, algo tan trillado como es la comedia romántica, se transforma en manos de Jeunet en un zumo de poesía que refresca nuestros sentidos.

Soy incapaz de imaginar esta película sin el score de Tiersen. El ambiente bohemio y de ensueño que impregna con sutilidad el metraje es realzado con maestría por una música que en todo momento combina con lo que vemos, impidiendo en determinados momentos que bajemos de la nube de algodón a la que la película nos ha subido.

Hay una buena variedad temática en este score, teniendo particularmente en cuenta la clase de película para el que se compuso. La mayor parte de los temas estás estructurados como vals, haciendo bastante uso del acordeón y evocando así la vida errante de los músicos transeúntes de las calles de París, creando así melodías vibrantes y rítmicas a la par que melodiosas (“Les jours tristes”, “La noyée” o la preciosa “La Redécouverte”). En otros momentos, el piano hace gala de su majestuosidad arrancando temas de sentimiento desgarrador (“Sur le fil”, “Le moulin” o la que, para quien esto escribe, el mejor corte del disco: “Comptine d’un autre été”). Y por supuesto, “La valse d’Amélie”, que se nos presenta en versión “normal”, de piano y otra orquestal, y ninguna de ellas es mejor o peor que la otra, sólo en función del gusto del propio oyente. Un tema que retumba en nuestra cabeza después de finalizar la película (señal más que evidente de un trabajo bien hecho).

Sin duda, el icono de la música cinematográfica europea de los últimos años. Escuchar esta banda sonora es viajar al París más romántico con los ojos cerrados, y ese es un mérito que no es fácil de conseguir.

En el año 2002 fue premiada con el César a la Mejor Banda Sonora (el equivalente a los Oscars para los franceses); en 2001, la película tuvo 5 nominaciones para los Oscars; sin embargo, ninguna de éstas fue para esta deliciosa composición musical. Fue un año difícil para conseguir nominación en el apartado de bandas sonoras. Competían “Una mente maravillosa”, “Monster S.A.”, “Inteligencia Artificial”, “Harry Potter y la Piedra Filosofal” y “El Señor de los Anillos – La Comunidad del Anillo”. Sí… fue un año muy difícil para competir…

Comentarios

  1. Excepcional comentario Tilmost!! como no podía ser de otra forma. Desde luego esta BSO tiene un toque muy particular, creo que dado por ese acordeon tan propio parisino, que complementa la excepcional fotografía de esta película, con esos colores tan bien encajados.

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